martes, 21 de febrero de 2012

EL DISFRAZ DE LA IRA

“Casi todas las relaciones de cualquier tipo fallan siempre por el aspecto humano cuando CULPABILIZAMOS A LOS DEMÁS DE NUESTRAS FRUSTRACIONES PERSONALES NO RECONOCIDAS; cuando elementos de respeto, reconocimiento, aceptación y admiración, se van rompiendo poco a poco. La pérdida de uno va rompiendo el resto en cadena, y al final, lo que era o podría haber sido una relación plena, está cogido con alfileres. La asignatura pendiente es saber encontrar los canales de comunicación suficientes e idóneos para que el intercambio emocional que tiene que haber entre las personas se produzca de una manera eficiente:

¿PERMANECES ENFADADO PORQUE ESO TE DA LA SENSACIÓN DE TENER MÁS PODER O DOMINIO? Creemos que enfadarse y aferrarse al rencor es señal de poder, energía, entrega y amor propio. Pero, en realidad, la rabia y el rencor suelen encubrir sentimientos de inseguridad, impotencia, desilusión, aflicción o miedo, y se usan con frecuencia en sustitución de los sentimientos de verdadero poder personal.

¿USAS LA RABIA A MODO DE IMPULSO Y COMBUSTIBLE PARA CONSEGUIR QUE SE HAGAN LAS COSAS, O COMO UNA FORMA DE AFIRMAR QUE TIENES “RAZÓN”? En realidad, produce miedo en aquellas personas a quienes intentamos convencer, y genera oposición en lugar de resolución. Hay otras maneras de mirar el mundo. Será útil preguntarse: “¿Quiero tener razón o ser feliz?”

¿UTILIZAS LA RABIA PARA CONTROLAR A LOS DEMÁS? ¿TE HAS DADO CUENTA DE QUE CUANDO UNA PERSONA SE ENOJA, LOS QUE LE RODEAN SE SIENTEN CULPABLES Y ASUSTADOS, Y POR LO TANTO, A VECES SE DEJAN MANIPULAR? Si utilizamos la rabia como una manera de manipular a los demás, ellos, a su vez, sentirán rabia y resentimiento. Es posible que temporalmente consigamos dominar a otros con nuestra cólera, pero, como en el resto de los supuestos, por esta “ganancia secundaria” acabamos pagando un alto precio por ello: la propia relación interpersonal.

¿USAS LA RABIA PARA EVITAR COMUNICARTE? Cuando tenemos miedo de arriesgarnos a expresar nuestros pensamientos y sentimientos, o tememos las posibles consecuencias de decir la verdad, entonces solemos utilizar el enfado como modo de mecanismo para evitar la comunicación. Es posible que se considere la rabia como algo más seguro que la intimidad y la comunicación auténticas.

¿UTILIZAS LA RABIA PARA SENTIRTE A SALVO? ¿TE PARECE QUE TE SIRVE DE PROTECCIÓN? Cuando se proyecta la rabia hacia otras personas, éstas suelen mantenerse alejadas. Como no se pueden acercar demasiado, uno no tiene motivos para sentirse vulnerable.

¿TE AFERRAS A LA RABIA PARA QUE LOS OTROS SE SIENTAN CULPABLES? Si te enfadas con alguien tal vez desees castigarle. Una manera de conseguirlo es reforzar su sentimiento de culpabilidad. El principal problema de esta estrategia es que al hacerlo, de manera simultánea aunque no consciente, reforzamos nuestro propio sentimiento de culpabilidad, lo cual inevitablemente nos hace infelices y disminuye nuestra autoestima.

¿UTILIZAS LA RABIA PARA EVITAR LOS SENTIMIENTOS QUE ENCUBRE? A veces es mucho más cómodo sentir la rabia que sentir el temor y la tristeza que se ocultan debajo. De hecho, una razón por la que suele resultar tan difícil perdonar es que para hacerlo hemos de sacar a la luz y aceptar la verdad de lo que realmente sentimos. Eso puede ser una revelación dolorosa si hemos aprendido a convivir con la negación y la represión.

¿UTILIZAS LA RABIA PARA AFERRARTE A UNA RELACIÓN? Mientras te aferras a la rabia mantienes la relación con la persona con la que te has enfadado. Cuando guardamos rencor es como si llevásemos una cadena atada a la muñeca con el otro extremo atado a la muñeca de la persona con la que estamos resentidos.

¿TE MANTIENE LA RABIA EN TU PAPEL DE VÍCTIMA? Cuando llevas gran parte de tu vida sintiéndote víctima, puede que haya una enorme resistencia a perdonar, porque al hacerlo renuncias a una buena parte de esa identidad. Es como si dijeses: “Si renuncio a mi rencor favorito, ¿qué tema de conversación me queda? ¿Estoy seguro de que puedo existir sin mi papel de víctima?” Perdonar no significa negar que hayas sido una víctima en algún momento, quiere decir que el hecho de haberlo sido ya no domina necesariamente tu identidad y tu vida emocional actuales. Es posible que hayas sido una víctima, pero tienes la posibilidad de vivir tu vida libre de esa mentalidad y percepción de ti mismo.

¿UTILIZAS TU RABIA Y RENCOR PARA NO RESPONSABILIZARTE DE LO QUE SUCEDE ACTUALMENTE EN TU VIDA O DE LO QUE SIENTES? Esta es quizás la “ganancia secundaria” que más nos incita a aferrarnos al rencor, porque mientras lo hacemos podemos culpar a otra persona de nuestra frustración e infelicidad. “La culpa es de otro”. Esto no quiere decir que los demás no contribuyan a nuestra felicidad o infelicidad, sino que en último término somos responsables de lo que sentimos. Si nos entregamos a resentimientos constantes sin intentar jamás tener una visión más amplia, eludimos reconocer el poder que tenemos para cambiar nuestra relación con la situación actual. Mientras consideremos el problema como exclusivamente exterior a nosotros, es decir, mientras pensemos que no tenemos nada que ver con lo que sentimos, continuaremos siendo impotentes.

CUANDO TE INVADE LA IRA, ¿NO ES ACASO PORQUE ALGUIEN NO LLEVÓ A CABO LA FUNCIÓN QUE TÚ LE HABÍAS ASIGNADO EN TU MENTE? ¿Y NO SE CONVIERTE ESTO EN LA “RAZÓN” QUE JUSTIFICA TU ATAQUE? Los sueños que crees que te gustan son aquellos en los que las funciones que asignaste se cumplieron, y las necesidades que te adscribiste, fueron satisfechas. No importa si esas necesidades se satisfacen o si son simplemente algo que se desea. Cada sueño representa alguna función que tú le has asignado a algo: algún objetivo que un acontecimiento, una persona, un cuerpo o una cosa “debe” representar y alcanzar por ti. Si lo logra crees que el sueño te gusta. Si fracasa crees que es triste. Cuán felices serían tus sueños si no le adjudicases a cada una de las figuras que aparecen en ellos el papel que “debe” representar. Es únicamente la imagen que tienes de alguien lo que puede fracasar, y tener esa imagen es lo único que constituye una traición. Cuando le asignas a otro un papel que tú crees que te haría feliz a ti, tratarás de herirle cuando no cumpla el papel que le asignaste en el sueño que tienes de lo que debería ser tu vida. Atacarás lo que no te satisfaga, y así, no te darás cuenta de que fuiste tú mismo quien lo inventó.”

R. Casarjian.

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