lunes, 28 de enero de 2013

SOBRE EL MIEDO

   En el inconsciente hay dos fuerzas bien diferentes, una que nos anula y otra que nos ayuda.

- La parte que nos anula es donde están acumulados todos los pensamientos tóxicos que hemos tomado del entorno y la cultura. Ahí están también todos los pensamientos ponzoñosos que hemos ido generando a base de hacer evaluaciones e interpretaciones distorsionadas.
- En otro espacio del inconsciente se encuentra nuestra conciencia dormida, que es fuente de sabiduría y creatividad.

     Cuando nos liberamos del miedo, este cambio en el estado mental favorece el despertar de esta última consciencia y es entonces cuando somos conscientes de aquello que nos limita, porque entra una luz que proyecta tal esplendor sobre las cosas que nos están limitando y quedan expuestas.

    De la luz de la consciencia sale la compasión hacia nosotros mismos y hacia los demás. Quien de verdad es compasivo entiende que todo el daño que nos causamos los hombres a nosotros mismos y a los demás no es por una maldad intrínseca, sino porque vivimos asustados, nos sentimos acorralados y eso nos vuelve intolerantes y agresivos. La compasión nos lleva a conectar con nuestro sufrimiento, con nuestra soledad, con nuestro miedo y con nuestra sensación de desesperanza. Somos compasivos cuando nos damos apoyo a nosotros mismos y a los demás. La compasión permite observarse con afecto y sin animosidad.

    De la ACEPTACIÓN y de la COMPASIÓN surge una nueva forma de COMPRENSIÓN y una nueva forma de ver, que se acerca a lo que denominamos SABIDURÍA.

    Igual que la luz disipa la oscuridad, la auténtica compasion disipa muchos de nuestros miedos.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario