"Para mí perdonar no es sinónimo de olvidar, sino que consiste en que, sin olvidar lo que ha pasado, y subrayando que es bueno que conozcamos que las cosas ocurrieron así, esos acontecimientos no generen rechazo hacia la persona "perdonada" aunque sí pueda rechazarse sin paliativos lo que pudo haber hecho.
Es antinatural pedir a alguien que olvide. Lo ocurrido permanece en la memoria. Y la memoria que más se afianza es la emocional. Si somos precisos con las palabras, olvidar implica borrar u registro en la memoria. Pero yo no puedo borrar, a voluntad, por más que quiera, un registro en la memoria. Lo que sí puedo conseguir es que ese registro tenga un peso determinado y no uno mayor de lo que le corresponde. De lo contrario, mi vida puede quedar esclavizada por ese recuerdo.
El perdón reduce, o incluso anula, el peso negativo de las malas experiencias de mi vida. Puedo perdonar a una persona y sencillamente no querer volver a verla nunca más. Pensaré: "aquello ocurrió. Te perdono, no siento ira contra ti, no tengo ningún deseo de venganza pero tus valores y los míos no son compatibles, no tengo por qué vivir contigo".
Olvidar no necesariamente es bueno. Imaginad que alguien ha abusado de vosotros. Eso te ha llevado a la ira, al odio, al rechazo.. Con todo, llega un momento en que perdonas y dices: " Me acuerdo de que abusaste de mí. Lo recuerdo, y aún así, te perdono, y de este modo te dejo marchar y me libero a mí mismo..." El perdón libera mucho más al que perdona que al perdonado.
¿Y ese no olvidar no puede entenderse como rencor?
Somos frágiles, vulnerables e imperfectos y, aún así, también somos extraordinarios. Una cosa es reconocer que el recuerdo emocional existe y otra cosa es que uno viva anclado a ese recuerdo.
Lo que hemos vivido forma parte de lo que somos, pero no necesariamente determina mi forma de vivir y de relacionarme con los demás, aunque pueda, eso sí, condicionarla.
A quien vive en el rencor y el resentimiento, algo le come por dentro, porque no se ha liberado, no ha perdonado. El perdón ayuda a construir un futuro que no sea una simple prolongación del pasado.
¿Y si tengo un trauma es porque no perdono?
No necesariamente. "
Mario Alonso Puig. del Libro "La respuesta"
Siempre me ha gustado expresarme escribiendo, las palabras salen más fluídas y me permite profundizar más en mis pensamientos. Ahora mi camino está en la búsqueda de la serenidad y la confianza, y a ello me ayudan terapias como la Cráneo Sacral, el Reiki, el propio contacto con mis pacientes y amigos y la práctica del Aikido. Espero poder seguir avanzando y poco a poco ir consiguiendo metas que me ayuden a ser más feliz y a hacer más feliz al que me rodea.
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