¿Qué es el mal? El mal es todo aquello que atenta contra la naturaleza humana por privación de un bien necesario. Por ejemplo, ¿es la ceguera un mal? Lo es, ya que te priva de un bien necesario que es la visión.
Hay que distinguir entre los males físicos y los males morales. Un mal moral es todo aquello que te impide desarrollarte como ser humano, florecer y alcanzar tu plenitud.
Si aceptamos que hay gente que nace determinada a ser mala, no podemos determinar que el ser humano es libre. Sí podemos decir que hay condiciones temperamentales que pueden generar una mayor inclinación al mal. Pero yo, en el ejercicio de mi voluntad libre puedo elegir no dejarme arrastrar por mi tendencia. También puedo renunciar al ejercicio de mi voluntad y dejarme llevar por la facilidad. Puedo tomar una posición de víctima..., es decir, por ejemplo: "mi familia me ha humillado desde que nací; lo normal es que yo esté determinado a humillar también a la mía". Esto no se sostiene, porque si bien hay personas que han pasado por esta situación y han hecho de sus vidas una advertencia, hay otras muchas que ante las mismas circunstancias han hecho de sus vidas un ejemplo enormemente inspirador.
Somos espíritus encarnados. Y por eso, aunque en nuestro interior hay una inclinación a dominar a los demás, también hay una inclinación hacia el encuentro a través de la compasión y el amor.
Los indios navajos en Nuevo México cuentan una historia preciosa que es la base de su filosofía: "Dentro de mí está teniendo lugar una gran batalla: por un lado está el águila majestuosa. Todas las acciones del águila están llenas de verdad, de bondad y de belleza. el águila que habita dentro de mí vuela por encima de las nubes. Y aunque a veces baja a los valles, siempre deposita sus huevos en la cumbre de las altas montañas. Pero dentro de mí, también vive un terrible lobo. Él representa lo peor que hay en mí, se sustenta sobre mis propias caídas y justifica su presencia diciendo que él es también parte de mí. ¿Quién ganará esta gran batalla? Aquel a quien yo cada día alimente".
¿Y cómo se entrena uno para aplacar al lobo? El lobo se nutre, fundamentalmente, del ensimismamiento, del narcisismo, de la autosuficiencia, del creerse más que los demás y de estar obsesionado con ser valorado y reconocido por lo que eres y por lo que haces. Cuando el egocentrismo alcanza ese nivel el lobo está en su terreno.
Un filósofo austríaco, Martin Buber, decía que cuando nos convertimos en el centro del círculo, entonces somos incapaces de ver las inquietudes y las necesidades de los demás. Es entonces cuando alimentamos al lobo. Sin embargo, cuando comprendemos que todos tenemos sueños, tristezas y necesidades y ayudamos a otros a alcanzar sus sueños, a mitigar sus tristezas y a cubrir sus necesidades, entonces es como si abandonáramos ese círculo de nuestro egocentrismo y facilitáramos que apareciese una elipse. La elipse tiene dos centros que somos tú y yo. Cuando en nuestra relación construimos una elipse estamos alimentando al águila.
Siempre me ha gustado expresarme escribiendo, las palabras salen más fluídas y me permite profundizar más en mis pensamientos. Ahora mi camino está en la búsqueda de la serenidad y la confianza, y a ello me ayudan terapias como la Cráneo Sacral, el Reiki, el propio contacto con mis pacientes y amigos y la práctica del Aikido. Espero poder seguir avanzando y poco a poco ir consiguiendo metas que me ayuden a ser más feliz y a hacer más feliz al que me rodea.
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