martes, 29 de enero de 2013

MÁS SOBRE EL MIEDO

  Cuando entramos en este mundo con el miedo, se forman en nosotros una serie de creencias muy curiosas:

     1º Hay algo profundamente inadecuado en nosotros.
     2º El mundo es un lugar peligroso
     3º Estamos completamente solos.


      A partir de esa experiencia de pequeñez y de soledad, empezamos a desarrollar una estructura mental que se denomina EGO.


      El EGO ha de ayudarnos  a lograr varias cosas:

1º. Olvidar, ocultar o sobrellevar como sea nuestra percepción de fragilidad
2º. Superar, de la mejor manera posible, nuestra sensación de insignificancia y soledad.
3º. Ayudarnos a sobrevivir en un mundo percibido como separado de nosotros y hostil.

    De aquí podrían partir tanto nuestra necesidad de buscar el control y la seguridad, como nuestra obsesión por aparecer como seres valiosos a los ojos de los demás, y también nuestra inclinación a pertenecer a un grupo, a una colectividad.

     Si, verdaderamente nos sentimos tan frágiles y tan solos en medio de un mundo peligroso, no es de extrañar que nuestra vida esté llena de miedo y de tensión.
     También de ahí emerge esa marcada obsesión por dominar y por evitar ser dominados que está en la base de muchos conflictos humanos y de todo comportamiento violento.

    La importancia de convertirnos en observadores diferentes de la realidad es enorme, ya que vamos a comportarnos de acuerdo a lo que estamos percibiendo en cada momento. Si consiguiéramos darnos cuenta de hasta qué punto nuestra manera de prestar atención afecta a nuestra vida y a la de los demás, posiblemente tomaríamos decisiones muy diferentes de las que muchas veces tomamos.

lunes, 28 de enero de 2013

           "NO ES EL OTRO EL QUE CONSTITUYE UN OBSTÁCULO A TU LIBERTAD. ERES TÚ MISMO. SON LAS FUERZAS EN TÍ EXISTENTES LAS QUE CERCAN TU CONCIENCIA. ELLAS SON TU VERDADERO Y ÚNICO ENEMIGO"



                                        Walkman Hervé

SOBRE EL MIEDO

   En el inconsciente hay dos fuerzas bien diferentes, una que nos anula y otra que nos ayuda.

- La parte que nos anula es donde están acumulados todos los pensamientos tóxicos que hemos tomado del entorno y la cultura. Ahí están también todos los pensamientos ponzoñosos que hemos ido generando a base de hacer evaluaciones e interpretaciones distorsionadas.
- En otro espacio del inconsciente se encuentra nuestra conciencia dormida, que es fuente de sabiduría y creatividad.

     Cuando nos liberamos del miedo, este cambio en el estado mental favorece el despertar de esta última consciencia y es entonces cuando somos conscientes de aquello que nos limita, porque entra una luz que proyecta tal esplendor sobre las cosas que nos están limitando y quedan expuestas.

    De la luz de la consciencia sale la compasión hacia nosotros mismos y hacia los demás. Quien de verdad es compasivo entiende que todo el daño que nos causamos los hombres a nosotros mismos y a los demás no es por una maldad intrínseca, sino porque vivimos asustados, nos sentimos acorralados y eso nos vuelve intolerantes y agresivos. La compasión nos lleva a conectar con nuestro sufrimiento, con nuestra soledad, con nuestro miedo y con nuestra sensación de desesperanza. Somos compasivos cuando nos damos apoyo a nosotros mismos y a los demás. La compasión permite observarse con afecto y sin animosidad.

    De la ACEPTACIÓN y de la COMPASIÓN surge una nueva forma de COMPRENSIÓN y una nueva forma de ver, que se acerca a lo que denominamos SABIDURÍA.

    Igual que la luz disipa la oscuridad, la auténtica compasion disipa muchos de nuestros miedos.